Leo vino hace unos días al estudio para celebrar su
primer cumpleaños con una sesión smash cake. Entró por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y en seguida nos cogió confianza, a veces hacer que los niños se sientan a gusto en el estudio es más fácil de lo que creemos y con el carácter de Leo aun más.
Al ponerle el pastel delante en seguida lo probó y empezó a reir, jugar, comer, gritar... ¡estaba muy gracioso! El pastel amarillo empezó a manchar todo el sueño y el resultado es súper vistoso :)
Share On